Autora: María Belén García Ortega
Dirigida por: María Ángel García Chaves y Juan Antonio Marchal Corrales
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Año de defensa: 2021
Departamento: Bioquímica y Biología Molecular III e Inmunología
Resumen
El cáncer de colon y el melanoma maligno figuran entre las principales causas de morbilidad y mortalidad cuya incidencia está aumentando en todo el mundo.
En la actualidad, las opciones de tratamientos citotóxicos disponibles muestran bajas tasas de respuesta, importantes efectos secundarios y un bajo/medio impacto en la supervivencia, lo que pone de manifiesto la necesidad de terapias más eficaces y la detección de nuevos biomarcadores predictivos que podrían lograrse mediante un tratamiento personalizado, basado en el perfil molecular individual de los tumores.
El correcto y precoz diagnóstico del cáncer es esencial para un tratamiento adecuado y eficaz, ya que cada paciente requiere un régimen de tratamiento específico, que abarca una o más modalidades tales como la cirugía, la radioterapia y/o la quimioterapia. A pesar del éxito de los nuevos tratamientos, la mayoría de los pacientes progresan debido a la presencia de heterogeneidad intra e intertumoral que confiere resistencia y por tanto, la recaída de la enfermedad.
Los factores que contribuyen a la heterogeneidad son principalmente las interacciones con el microambiente, la respuesta inflamatoria, las mutaciones genéticas y la presencia de subpoblaciones de células madre cancerígenas (CSC). Esta pequeña subpoblación celular se caracteriza, entre otras, por su quiescencia, longevidad, lenta progresión del ciclo celular y, en consecuencia, alta resistencia a la radiación y a los fármacos citotóxicos, lo que finalmente explica la formación de metástasis y la recaída local tras largos periodos de inactividad. Por tanto, para prevenir la recaída del cáncer, se requieren nuevas estrategias terapéuticas eficaces frente a CSC; es por ello, que la búsqueda de fármacos específicos de baja toxicidad y de nuevos biomarcadores predictivos y pronósticos sigue siendo un enfoque muy atractivo.
De este modo, con el objetivo de buscar nuevos biomarcadores predictivos para los pacientes con cáncer, nuestro grupo ha identificado la proteína quinasa, PKR. La proteína quinasa R (PKR, también llamada EIF2AK2) es una proteína quinasa de ARN de doble cadena inducida por interferón, con múltiples efectos en las células, que participa activamente en la respuesta celular a numerosos tipos de estrés. PKR ha sido ampliamente estudiada y documentada por su importancia como agente antiviral y regulador del crecimiento celular. PKR ha sido identificada previamente por nuestro grupo como una diana terapeútica del fármaco quimioterapéutico 5-Fluorouracilo (5-FU), induciendo la muerte de las células tumorales por apoptosis de una forma independiente y complementaria al supresor de tumores p53. Además PKR está regulada por un pre-mir886 no codificante (nc886), que ha sido identificado en suero de pacientes con metástasis teniendo alto potencial para ser un biomarcador detectable en biopsias líquidas.
Nuestros datos muestran la gran variabilidad en los niveles de expresión y localización de PKR entre muestras tumorales y los tejidos sanos en pacientes con cáncer de colon metastásico (plasma y epitelio de colon). Los niveles de expresión y localización de PKR junto con la expresión del nc886 han permitido identificar grupos de pacientes con diferentes respuestas al tratamiento basado en el uso del 5-FU apoyando el gran potencial de esta proteína, y el pre-microRNA que la regula como posibles biomarcadores predictivos en diferentes tipos de cáncer. Además, PKR es inducida por el Interferón tipo I (IFN), una citoquina ampliamente conocida por su actividad antiviral y antitumoral. De hecho, el melanoma no metastásico de alto riesgo sigue siendo tratado con altas dosis de Interferón alpha (IFN- α) con una mejora significativa en la Supervivencia Libre de Enfermedad en los pacientes a través de un mecanismo que aun no es entendido del todo. En la presente tesis, hemos analizado el efecto del tratamiento con dosis bajas y altas de IFN-α sobre melanosferas enriquecidas en subpoblaciones de CSCs demostrando que dicha citoquina tiene una potente acción antitumoral frente a estas subpoblaciones tanto in vitro como in vivo, lo que contribuye a profundizar en el mecanismo de acción de estas citoquinas y a idear nuevas terapias basadas en combinaciones eficaces contra estas poblaciones resistentes.
Dado que se están imponiendo nuevas inmunoterapias en el melanoma y otros tumores sólidos, así como diferentes combinaciones están en fase de ensayo clínico para evitar resistencias, la eficacia de los interferones sobre las CSCs, incluso a dosis bajas y con menos efectos secundarios, debería considerarse como un tratamiento combinado potencialmente importante contra la recaída de la enfermedad en oncología. Recientemente, la comunicación celular mediante vesículas extracelulares ha cobrado gran importancia por su implicación en cáncer. Los exosomas derivados del tumor son abundantes en los fluidos corporales de los pacientes oncológicos, incluidos los que padecen melanoma maligno, y están envueltos en numerosos procesos como el inicio, la progresión y la metástasis tumoral. En este trabajo, hemos demostrado la modulación del IFN-α en el tráfico de vesículas específicas y producción de exosomas de células madre de melanoma, sugiriendo su papel como potenciales biomarcadores en nuevas terapias contra el cáncer. Además, por primera vez, se han encontrado diferencias significativas en el perfil metabolómico de los exosomas derivados de las CSC de melanoma en comparación con la población de células diferenciadas tratadas con IFN- α.
La caracterización metabolómica de los exosomas abre una puerta al descubrimiento de biomarcadores de pronóstico y diagnóstico del melanoma maligno para su enfoque clínico y traslacional.
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