Un estudio de investigación sobre el papel que desempeñan las células madre mesenquimales en el mantenimiento de las células madre cancerígenas.
Dicho estudio ha permitido generar una patente mundial, que incluye Estados unidos, para un nuevo medio de cultivo que puede aplicarse desde la ciencia básica para el cribado de fármacos.

Un estudio, financiado mayoritariamente por la Cátedra Doctores Galera y Requena de Investigación en Células Madre Cancerígenas, fruto de la colaboración entre científicos de España y EEUU, ha demostrado por primera vez que los factores de crecimiento y proteínas (citoquinas) liberados por las células madre mesenquimales (MSC) que rodean al tumor permite seleccionar e incrementar células madre cancerígenas (CMC) con alteraciones cromosómicas que las hacen más agresivas y resistentes al tratamiento.
Las células madre mesenquimales, que se obtienen de la médula ósea y otros tejidos (piel, tejido adiposo, sangre, cordón umbilical…) son multipotentes, es decir, dan lugar a más de un tipo de célula especializada del cuerpo. Por ejemplo, se pueden especializar en osteoblastos (células óseas), condrocitos (células del cartílago) o adipocitos (células grasas).
Este estudio no solo pone de manifiesto el papel que desempeñan las células madre mesenquimales en el mantenimiento de las CMC, sino que también ha permitido generar una patente mundial, que incluye Estados Unidos (WO2016020572A1; US20170226472A1), para un medio de cultivo (solución preparada en el laboratorio que contiene los nutrientes necesarios para permitir el crecimiento de células), a partir de los factores de crecimiento y citoquinas que liberan las MSC, que permite obtener CMC de muestras provenientes de tumores de pacientes. Gracias a este medio se ha conseguido seleccionar y aislar CMC de colon y melanoma.
¿Por qué es importante?
El cultivo convencional de CMC obvia el efecto que ejerce el microambiente tumoral y todas las células de diferente origen que componen el tumor, por lo que el conocimiento de estas interacciones es crucial para esclarecer el desarrollo y la evolución tumoral y así poder establecer métodos diagnósticos específicos y perfeccionar nuevas terapias frente a CMC.
Este nuevo medio de cultivo puede aplicarse desde la ciencia básica para el cribado de fármacos (proceso de experimentación científica para detectar compuestos que interaccionan con la diana de interés –macromoléculas implicadas en los procesos patológicos-), por ejemplo, hasta aplicaciones clínicas que permitan el cultivo de CMC de pacientes para su posterior análisis, o la determinación de biomarcadores específicos de estas CMC, permitiendo, así, establecer una medicina más personalizada y de precisión del cáncer.
En este estudio, publicado en la prestigiosa revista científica “Cancer Letter”, han participado investigadores de las universidades de Granada y Jaén pertenecientes a la Unidad de Excelencia “Modeling Nature: from nano to macro” de la UGR, del Biobanco del Sistema Sanitario Público de Andalucía (Granada), del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, del Houston MethodistCancer Center, del UM Sylvester Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Miami y del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs Granada).